Físicamente, en abril.
Emocionalmente, detrás del aroma de tu pelo. De ti. De todo. Me quedé detrás.
Te fuiste, y los planes a futuro empezaron a verse como humor negro.
En el banquillo, con la soga al cuello, reflexionó sobre su decisión. Recordó la nota y la soledad que lo había llevado allí.
Moriré y nunca pude besarte. Así se siente desperdiciar una vida.
Cristian meditaba en la soledad que reinaba en su vida. Se acercaba rápidamente a los 32 años.
Descubrimiento y confusión en la adolescencia, donde el deseo y la fantasía se entrelazan en un relato sobre la identidad y el amor prohibido.